CUENTO INFANTIL UNA HISTORIA DE PIRATAS
Cuento de piratas para niños
Un cuento con el que los más pequeños se darán cuenta que con imaginación y voluntad se pueden conseguir muchas cosas.
Cuando Jota abrió la ventana de su cuarto aquella lluviosa mañana de noviembre pensó que iba a ser uno de esos sábados de comienzo del invierno en que no pasaría nada o casi nada interesante que poder contar en el cole el próximo lunes. ¡Qué equivocado estaba! Esta vez sería diferente, aunque a esa hora de la mañana, era pronto para descubrirlo.
-¡Jota ven a desayunar! -Gritó papá desde la cocina.
-Y ¡Ponte las zapatillas! -Añadió mamá casi al instante. ¡Ni se te ocurra venir descalzo que
luego te resfrías y nos toca ir al médico como siempre!
Jota salió de su habitación (sin zapatillas como era de esperar) y entró en la cocina con un mohín en su cara entre triste y cansado y dijo en voz baja, casi susurrando:
-Jo, que rollo. ¡Está lloviendo!
-¿Qué has dicho? -Se oyó decir a su hermana que estaba sentada en una esquina de la mesa de la cocina.
Jota la miró con desgana y bajando la cabeza volvió a repetir esta vez elevando la voz:
-¡DIGO QUE ESTÁ LLOVIENDO! Y no voy a poder bajar a la plaza a jugar con los chicos.
-Bueno, bueno, bueno... ¡Tengamos la fiesta en paz! Volvió a oírse decir a mamá:
-Jota, no te preocupes, no pasa nada porque hoy esté lloviendo, es algo normal en esta época del año y además podemos aprovechar para hacer otras cosas dentro de casa sin necesidad de bajar a la calle.
-¿Otras cosas? ¿Otras cosas cómo cuáles?
-Otras cosas como por ejemplo ¡Jugar a los piratas!
Si hay algo que le gustara a Jota más que nada en el mundo (aparte de jugar a la pelota con sus amigos), era jugar a ser un pirata de los de verdad, de los que poseen un temible navío, un enorme barco navegando en un mar impetuoso. Piratas conocedores de islas con tesoros escondidos que pasan sus días luchando con los soldados ingleses y españoles, a los que siempre, por supuesto, derrotan.
Solo que en estos momentos y dadas las circunstancias, nada hacía presagiar que se pudieran dar las condiciones necesarias para que esto sucediera, es decir, para jugar a los piratas, pues no era verano. La colchoneta que utilizaba de barco, hasta donde él recordaba, estaba pinchada, dudaba que la tía Visi tuviera la piscina a punto en esta época del año y los temidos soldados ingleses eran los primos de Valencia que en estos momentos estarían, igual que el, desayunando a 400 km. de distancia, por lo que, visto lo visto, solo pudo elevar la vista hacia su madre para decirle:
-Mamá ¿Cómo vamos a jugar a los piratas en noviembre?
-Con la imaginación Jota, con la imaginación. -Contestó su madre con una pícara sonrisa en el rostro, a partir de ese momento Jota comprendió que ese día iba a ser muy especial.
Al cabo de un rato se oyó gritar de nuevo a mamá que se había ausentado de la cocina con papá mientras Marina y Jota seguían en la cocina sin hacerse mucho caso el uno al otro.
-¡Rápido chicos! Recoged las cosas del desayuno y venid al salón ¡La aventura nos espera!
Marina levantó los ojos de su móvil y miró a su hermano con un gesto de sorpresa ¿Qué habría querido decir mamá? ¿A qué aventura se refería? Lo mejor sería ir corriendo al salón y ver de qué se trataba.
Al llegar al salón Jota y Marina no podían creer lo que estaban viendo, mamá y papá habían transformado el salón en un lugar mágico donde poder disfrutar de una verdadera historia de piratas.
-¡Hala! -Dijo Jota. ¡Que pasada, mamá!
-¡Qué fuerte! -Dijo Marina.
Y no se equivocaban ya que los padres de Jota habían obrado un pequeño milagro, con una caja de cartón y un trozo de unas viejas cortinas habían hecho un barco pirata y con un edredón azul simulaban el mar azul por el que el barco navegaría a toda vela en un mar embravecido en busca del tesoro escondido.
-¡Un momento! -Dijo Marina. ¡Aquí falta algo! ¡Ahora vuelvo! -Y corrió a su habitación a buscar lo que según ella faltaba. Al instante regresó con su joyero muy sonriente y se oyó decir al resto de los miembros de la familia:
-¡El tesoro! ¡Claro! ¡Falta el tesoro!
Jota miró a su hermana asintiendo con la cabeza, en un gesto de agradecimiento que Marina aceptó devolviendo a su hermano una gran sonrisa.
A continuación, te dejamos algunas preguntas para comprobar que has comprendido y prestado atención al cuento. También te ayudarán a pensar y extraer las conclusiones más importantes. Y si alguna de ellas no sabes lo que es, puedes buscarlo en un diccionario, en esta dirección tienes un diccionario online: www.dle.rae.es
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¿Qué significa "Mohín"?
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¿Qué es un "Navío"?
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¿Cuál es la abreviatura de "Kilómetro"?
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¿Con qué construyeron el barco pirata?
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¿Qué es lo que les faltaba para jugar?