Te contamos la historia del cuento más famoso de todos los tiempos que se ha ido transmitiendo de generación en generación, de padres a hijos desde hace más de 1.000 años. Caperucita Roja proviene de la cultura popular francesa. La versión escrita más antigua de este cuento es el poema "De puella a lupellis servata" (La niña salvada por los lobos), que se estima se publicó alrededor del año 1023.
Caperucita Roja es un cuento de hadas de transmisión oral que se difundió por toda Europa hace muchos años. La primera persona que lo dejó escrito fue el escritor francés Charles Perrault y luego lo harían los hermanos Grimm y después de ellos incontables personas lo han hecho, aportando en mayor o menor medida algo personal a la historia.
El título del cuento clásico de Caperucita Roja, hace referencia al color rojo de la capa con capucha que la niña protagonista del cuento llevaba puesta.
El cuento de Caperucita Roja y el lobo feroz relata la historia de una niña que va a visitar a su abuela enferma y se encuentra por el camino con el Lobo Feroz que intenta engañarla.
Los personajes de Caperucita Roja y el Lobo Feroz aparecen en el tercer acto del ballet de La Bella Durmiente de Chaikovski, en la coreografía creada por Marius Petipa para los Teatros Imperiales de San Petersburgo.
Además, se han hecho numerosas adaptaciones de este cuento clásico, desde obras de teatro a varias versiones en el cine, pasando por cómics, videojuegos, dibujos animados, etc.
Caperucita Roja se llama en francés, "Le Petit Chaperon rouge" y en alemán, "Rotkäppchen".
Y ahora... ¡Vamos a leer el cuento de Caperucita Roja online!
Había una vez una niña a la que todos llamaban Caperucita Roja porque en invierno, para protegerse del frío llevaba una bonita capa con capucha de color rojo que su mamá le había confeccionado.
Caperucita vivía en el campo, en una casita con jardín al lado del bosque, pasaba los días jugando con sus amigos, yendo al cole y colaborando en casa cuando su mamá o su papá se lo pedían. Un día, la mamá de caperucita la llamó:
-¡Caperucita! ¡Caperucita!
-¡Dime mami!
-¡Ven, que necesito que me hagas un favor! La abuelita está enferma, he preparado una cesta con sopa y un tarro de miel, para que se lo lleves enseguida, a ver si mejora y se pone buena enseguida. ¡Verás que contenta se pone cuando te vea!
-¡Vale, mamá! yo también quiero ir a verla, me gusta mucho ir a casa de la abuelita.
Antes de que Caperucita se dispusiese a salir de casa, su mamá le dijo:
-Caperucita, ya sabes que en el bosque vive el lobo feroz, es muy listo y malvado, y tratará de engañarte para quitarte la cesta, ve con mucho cuidado, no te distraigas ni te apartes del camino por el que vas siempre a casa de la abuela.
Caperucita asintió con la cabeza, cogió la cesta y salió por la puerta cantando una canción alegremente. Al poco tiempo ya se encontraba en el camino de casa de la abuelita, iba un poco distraída mirando hacia un lado y hacia otro, disfrutando del paisaje y agachándose de vez en cuando para coger alguna florecilla que otra con la intención de llevárselas a su abuela, por lo que sin darse cuenta, se salió del camino y fue entonces cuando oyó una voz que ella no conocía y que la llamaba por su nombre.
-¡Hola Caperucita! Dijo el lobo feroz con voz profunda, pero en un tono amistoso y cordial. - ¿A dónde vas?
-Voy a casa de mi abuelita, está enferma y le llevo sopa y miel para el catarro.
-Ohhh, ¡Qué niña más buena! ¿Sabes? ¡Yo también quiero ir a ver a la abuelita! ¿Te hecho una carrera a ver quién llega antes? Si te parece, tú vas por este camino y yo por este otro, le dijo el lobo feroz a Caperucit Roja.
-De acuerdo, dijo Caperucita, sin sospechar que el lobo la estaba engañando, pues el camino que él había escogido era mucho más corto por lo que llegaría antes a casa de la abuelita.
Cuando el lobo llegó antes que Caperucita a casa de la abuelita, llamó a la puerta.
-Toc Toc (tocó en la puerta el lobo feroz)
-¡Pasa Caperucita!, dijo la abuela, que había dejado la puerta entreabierta para que su nieta entrase ya que ella se encontraba en la cama indispuesta.
El lobo feroz entró y sin mediar palabra, de un solo bocado, se comió a la abuelita. Rápidamente se vistió con el gorro y el camisón de la abuelita y se metió en su cama para esperar la llegada de Caperucita. Cuando la niña llegó se encontró con la habitación casi a oscuras y al lobo metido entre las sábanas, Caperucita dijo:
-Abuelita, ¿Te encuentras bien? tienes las orejas muy grandes.
-Son para oírte mejor, dijo el lobo.
-Abuelita, qué ojos más grandes tienes.
-Son para verte mejor, dijo el lobo feroz a Caperucita.
-Abuelita, qué manos más grandes tienes.
-Son para acariciarte mejor, le dijo el lobo.
-Abuelita, ¡Qué boca más grande tienes!
-¡Es para comerte mejor! Y de un bocado se comió también a Caperucita.
Como estaba muy cansado y tenía la tripa llena se echó a dormir, mientras Caperucita y la abuela gritaban pidiendo auxilio desde dentro de la tripa del lobo. Un cazador que pasaba por allí cerca, al oír los gritos que le llegaban desde la tripa del lobo, cogió su cuchillo y fue corriendo a la casa de la abuelita. Con mucho cuidado abrió la tripa del lobo sacando a caperucita y a la abuela que se encontraban sanas y salvas y emocionadas se abrazaron al cazador para darle las gracias.
A continuación, llenaron la tripa del lobo con piedras y se la volvieron a coser, cuando el lobo despertó, muerto de sed, se inclinó sobre un pozo para beber agua y con el peso de las piedras se cayó dentro y se ahogó.
Y así fue como todos los habitantes del lugar se libraron del lobo feroz y vivieron felices el resto de sus días.
MORALEJA DEL CUENTO DE CAPERUCITA ROJA
Después de haber leído la historia completa, podemos extraer la moraleja del cuento de Caperucita Roja que nos enseña que tenemos que evitar desviarnos del camino correcto y no debemos prestar atención a cosas que nos pueden despistar y hacer que cambiemos el rumbo. También nos enseña que tenemos que desconfiar de los extraños, de personas que no conocemos que nos pueden engañar. Por último, debemos de seguir los consejos que nos dan nuestros padres y obedecerles siempre.
¿Te ha gustado el cuento de Caperucita Roja? Es muy fácil de leer y recuerda que también puedes descargar en alta calidad el dibujo de Caperucita Roja y el lobo que acompaña el texto.
COMPRENSIÓN LECTORA DEL CUENTO DE CAPERUCITA ROJA
A continuación, te dejamos algunas preguntas para comprobar que has comprendido y prestado atención al cuento. También te ayudarán a pensar y extraer las conclusiones más importantes.
¿A dónde iba Caperucita Roja?
¿A quién se encontró Caperucita Roja por el bosque?
¿Qué quería el lobo feroz?
¿Que le respondió el lobo feroz a Caperucita Roja cuando esta le dijo "Qué boca tan grande tienes"?
¿Quién salvó a la abuela y a Caperucita Roja?
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En este cuento de Caperucita online podemos darnos cuenta que Caperucita era un niña como las demás. Su bondad e inocencia hicieron que el lobo feroz tomara ventaja y sin remordimientos de conciencia, intentó engañar a la niña. Pero realmente caperucita no cometió ninguna falta, más allá de manifestar su falta de experiencia ante la vida, como por otra parte, es lógico en las personas de su edad, en las niñas en este caso.
El cuento de Caperucita y el Lobo se ha convertido en un clásico de la literatura infantil, es más, ha trascendido el ámbito infantil y es un clásico de la literatura universal aunque dentro de la categoría de cuentos cortos o relatos cortos.
Caperucita Roja es un cuento de hadas que se transmitió de boca en boca y de pueblo en pueblo por toda Europa. En francés caperucita roja se llama Le Petit Chaperon rouge, en alemán se llama Rotkäppchen, en portugués se llama Chapeuzinho Vermelho, en italiano Cappuccetto Rosso y en inglés se titula este cuento clásico: Little Red Riding Hood.
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