Marta y Alba en la fábrica de los sueños.


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Marta y Alba en la fábrica de los sueños

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Había una vez en un rincón de un mundo lleno de imaginación, dos amigas inseparables llamadas Marta y Alba. Marta tenía cabello castaño y ojos curiosos como dos estrellas brillantes, mientras que Alba tenía el pelo rubio como el sol y una sonrisa que iluminaba cualquier habitación. Siempre que estaban juntas, sucedía algo mágico.

Una tarde, Marta y Alba se encontraban en la acogedora habitación de Marta, rodeadas de montones de libros que cubrían el suelo como un tapiz multicolor. Cada libro era una puerta a un mundo diferente, y las niñas adoraban explorarlos juntas.

En ese día especial, Marta sostenía un libro en sus manos. Sus ojos estaban fijos en sus páginas, como si estuviera hipnotizada por las palabras que danzaban ante ella. Alba, curiosa como siempre, observaba a su amiga con una chispa traviesa en los ojos.

"¿Qué estás leyendo, Marta?" preguntó Alba con curiosidad.

Marta levantó la mirada del libro y, con una sonrisa misteriosa, respondió: "Estoy leyendo sobre la Fábrica de los Sueños, Alba. Es un lugar mágico donde los sueños se hacen realidad".

Los ojos de Alba brillaron de emoción. "¡La Fábrica de los Sueños suena increíble! ¿Me cuentas más?"

Marta comenzó a describir el mundo que había encontrado en las páginas del libro. Habló de árboles que susurraban secretos, ríos de chocolate y montañas de algodón de azúcar. Habló de criaturas mágicas que concedían deseos y de estrellas fugaces que eran en realidad lágrimas de felicidad. A medida que hablaba, el cuarto se llenaba de un resplandor dorado, como si la Fábrica de los Sueños se hubiera materializado a su alrededor.

Alba, con los ojos brillantes, imaginaba cada palabra como si fuera una pincelada en su mente. Juntas, Marta y Alba se sumergieron en el mundo mágico del libro, y sus risas resonaron como campanas de cristal mientras exploraban paisajes imposibles y compartían aventuras inolvidables.

Mientras el sol se ocultaba y la luna ascendía en el cielo, las dos amigas seguían perdidas en su propio rincón de la Fábrica de los Sueños. En ese mágico rincón, Marta y Alba descubrieron que la imaginación y la amistad eran las llaves para abrir puertas a mundos maravillosos.

Y así, en la Fábrica de los Sueños, Marta y Alba tejieron historias y memorias que perdurarían para siempre, demostrando que cuando dos almas creativas se unen, no hay límite para la magia que pueden crear juntas.

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